martes, 29 de enero de 2013

Busardo ratonero: tercera muda en adelante, finalizando.

Para acabar con los patrones de muda del ratonero, muestro un ejemplar capturado en Oma el 18 de septiembre de 2005. Se trata de un macho adulto de 4ac+.
Si consideramos que los machos reproductores comienzan a mudar cuando los pollos tienen entre 25 y 30 días, a comienzos o mediados de junio, no es de extrañar que a mediados de septiembre, tres meses después, este ejemplar sólo tenga mudadas dos primarias (P5 y P1, posiblemente también la P2), tres secundarias (S4,8 y 11), le estén creciendo las P6 y S1 y tenga tirada la S3.


En la cola se ve cierto adelanto, pues ya lleva bastante retraso en el ala. Se observa cinco plumas nuevas, algunas aún finalizando de crecer, y una pluma R4 derecha, a medio crecimiento.
Obviamente, este ejemplar acabará reteniendo prácticamente la mitad de las plumas de vuelo. Es el precio que pagan los reproductores!


domingo, 27 de enero de 2013

Busardo ratonero: tercera muda en adelante. Inicio de muda

Cuarto año calendario o más (otoño) / quinto ac+ (primavera)
Llegado un momento, con lo que conocemos hasta ahora, no podemos ajustar con precisión la edad de un ejemplar adulto, salvo decir si es un 4ac+, 5ac+ o 6ac+ en algunos casos excepcionales. Como veremos, la muda se convierte en un caos, sin orden aparente y con una severa asimetría entre alas, que agudiza aún más la impresión del caos.
No obstante, recientemente nos han aceptado un artículo en Journal of Raptor Research del que hablaré más adelante, en el que venimos a decir que podría darse la muda interesada de ciertas plumas por parte de cada ejemplar. Lo que es lo mismo, cuando un ave, como el ratonero, que tarda dos años o más en realizar la muda de todas las plumas, puede desarrollar un mecanismo por el cual active la muda de ciertas plumas dañadas, anticipándose al de las plumas que le debería corresponder. De ahí que la muda en estos ejemplares no siga un patrón, y de ahí que no se observen plumas rotas antiguas en las aves adultas.
Pero, de momento, sigamos centrados en los ratoneros y en su muda.

Una vez un ratonero ocupa un territorio, una de sus prioridades es la reproducción. De forma que cada año dedicará un esfuerzo considerable en llevarla a cabo. La energía enfocada a sacar adelante su prole será energía restada al proceso de muda, que podrá ser compensada con abundancia de alimento en territorios de buena calidad, la calidad del individuo, su conocimiento del territorio y experiencia vital. Así que la ecuación se complica. Lo que hemos visto, de forma preliminar, es que cuantos más pollos sacan adelante, menos plumas mudan. Pero ¿Porqué?. La muda, como tantos mecanismos biológicos, está sujeta a niveles hormonales, que suelen ser los mismos que se desatan para la ovulación y espermatogénesis (os recomiendo el libro "Avian Incubation", de D.C. Deeming, editorial Oxford) y son similares a los que desarrollan las mujeres. Por ejemplo, la Oxitocina, una hormona indispensable en el parto de las mujeres es la responsable de los procesos reproductores en aves. Las hembras de las aves rapaces experimentan un pico hormonal justo cuando van a poner el primer huevo. En ese momento, esas mismas hormonas provocan el inicio de la pérdida de plumones, activándose el inicio de la muda. Asimismo, al poner los huevos, el contacto con ellos dispará los niveles hormonales provocando que se desarrolle la placa incubatriz, que se va pelando de plumas, vascularizando e incorporando una película grasienta. Sin embargo, a pesar de que alrededor del nido ya hay una película de plumón, la muda de las plumas de vuelo aún se va a retrasar unas semanas. En el caso de las hembras comienza en torno al nacimiento de los pollos, mientras que en el caso de los machos se va a retrasar unas semanas más. Esto se debe a que los machos deben gastar energía en cazar y llevar alimento para la hembra y los pollos, y mantenerse en forma, por lo que no pueden permitirse el lujo de mudar. Cuando los pollos son grandes las hembras comienzan a cazar y los machos pueden entonces permitirse el lujo de comenzar la muda.
A continuación os muestro un caso práctico que ilustra esto.

Nido de ratonero en Maruri, Bizkaia, el 4 de junio de 2005. Este nido estaba en un Pinus radiata (como no!), accedimos al nido y anillamos dos pollos de 25 días. Posteriormente abandonamos la zona y a cierta distancia colocamos una red y capturamos al macho.


Este es el macho en cuestión, en posición ventral:


Fijaos que tan sólo he marcado las plumas retenidas (flechas rosas). Estas plumas eran de 2003, dos años atrás. El resto de plumas fueron mudadas en 2004, un año atrás. Este ejemplar no había comenzado la muda.Fijaos que las P1 y P2 podrían ser consideradas plumas recien mudadas, pero lo cierto es que son de las últimas en mudar en octubre o noviembre de la temporada anterior. Fijaos también que no hay un patrón definido de muda. Los ejemplares adultos, como este caso, suelen conservar las plumas en mucho mejor estado que los juveniles, de ahí que tenga el ala inmaculada.
Para sacar la edad yo haría el siguiente cálculo: en su 2ac habría mudado las P1-P5,6 o 7, en su 3ac habría mudado las PP extrernas, en su 4ac reiniciaría el ciclo pero tendría alguna pluma juvenil retenida en pecho, espalda o alas. Siendo conservadores nos quedaríamos aquí, diciendo que es un 4ac+, pero las pistas nos llevarían a darle un 5ac+.
Además, este individuo es un ejempar rojizo, no tan rojo como otros que mostraré, pero con cierta intensidad para ser un ratonero reproductor en el norte de la península ibérica.


Fijaos en el patrón de la cola, con una franja apical y casi sin barras en el resto de la cola. Ojo! este sería uno de los criterios utilizados para separar B.b. buteo de B.b. vulpinus y Buteo rufinus. Pero como veís ¡no es concluyente!


Finalmente, el iris ya aparece algo más oscuro, aunque todavía debe oscurecerse mucho más.

Otro ejemplo, de otro macho reproductor, con un pollo de unos 30 días en el nido, capturado en Muskiz el 17 de junio de 2006. En este caso, como podeís observar, presenta una pluma en crecimiento activo, la P4. En las cobertoras primarias se observa la CP4 también mudada. El resto de plumas son de dos generaciones distintas, todas de adulto. Siendo conservadores le daríamos un 4ac+, aunque podría adjudicarse un 5ac+.


El mismo ala vista por debajo. En este caso, a diferencia del anterior, de Maruri, las plumas están bastante deterioradas para lo que sería esperable de un ejemplar adulto.


Detalle de la cara y el iris.


sábado, 26 de enero de 2013

Busardo ratonero: tercera muda

Cuarto año calendario (otoño) / quinto ac (primavera)

Hasta ahora el patrón de muda de los ratoneros ha sido más o menos sencillo, lógico. A partir de ahora se complica de forma notable. Esta va a ser la última muda de primarias ordenada. Me refiero a que aún se mudan las plumas una contigua a la otra. Aunque ya comienza la asimetría de muda en ambas alas.
A finales de abril o mayo comienza su tercera muda, que se prolongará hasta octubre. Siempre comienzan con las primarias. Normalmente continúan por donde lo dejaron la temporada anterior. Así, en un caso ideal, un ratonero habría mudado de la P1 a la P5 en su primera muda, de la P6 a la P10 en su segunda, y ahora iría de la P1 en adelante, reiniciando todo el proceso de muda. Esto, desafortunadamente, sería un caso ideal, de los que apenas se dan en la naturaleza. No obstante, a continuación os muestro uno.

Este se trata de un ejemplar que anillamos de joven y que lo recapturamos años después el 15 de enero de 2006 con una ball-chatri. En esta fecha (enero) era un ejemplar de quinto ac.



Las flechas, como siempre, indican diferencias de mudas (las rosas son de una generación anterior y las azules son de la generación actual). Primero, dado que las primarias externas muestran un patrón desgastado y que podrían confundirse con primarias juveniles, se revisa el patrón de las secundarias. Se observa que la última banda, apical, es del mismo grosor en las retenidas que en las nuevas y que la forma de las secundarias es igual en ambos casos. por lo tanto, las plumas retenidas de una generación anterior no son juveniles.
La forma de pensar es la siguiente: tenemos una muda muy ordenada, dos bloques de plumas de patrón de adulto diferenciados: P6-P10 del año anterior, P1-P5 de esta última muda. Por lo tanto, este ejemplar comenzó su muda en su segundo ac con la P1 para afuera, siguió su muda en su tercer ac de la P6 hacia afuera y ha proseguido, de forma ordenada, en su cuarto ac de la P1 hasta la P5. Las secundarias nos ayudan con el diagnóstico. Hemos pasado a un nuevo año, ya que estamos en enero, por lo que este ejempalr esta en su quinto ac.


Por el dorso, el otro ala es similar, aunque la última muda es algo más extensa (comienza la asimetría). En este caso, del año anterior sólo conserva las P7,8 y 9, mientras que en la última muda ha cambiado de la P1 a la P6 y la P10. En las secundarias también se nota un comienzo de asimetría.
 
  
La cola ha sido mudada por completo en la última temporada, así que poco nos va a aportar. Las más viejas, como no, son el par central (las primeras en mudar en esta última temporada), seguidas del par lateral (RR6).

 
Fijaos, el iris, aunque más oscuro que los vistos anteriormente, aún es claro (veremos más adelante el iris de los adultos).
Por lo demás, no aparecen restos de plumas juveniles por ningún lado.

Busardo ratonero: segunda muda

Tercer año calendario (otoño)/cuarto ac primavera
Tras pasar el invierno, los ejemplares de segundo/tercer año llegan al periodo reproductor con un plumaje de transición, con una buena parte de las plumas de adulto y aún restos de plumaje juvenil por todos lados. En las zonas donde la densidad de ratoneros es elevada, como en nuestro área de estudio, estos ejemplares subadultos aún no tienen cabida entre la fracción reproductora. De hecho, tan sólo capturamos en una ocasión una hembra de tercer año criando, el resto de ejemplares reproductores fueron siempre mayores de 4ac. No obstante, estos ejemplares van adquiriendo experiencia y conociendo las mejores áreas de campeo mientras viven como flotantes en áreas ocupadas por adultos reproductores. Siempre evitando conflictos con estos.
Durante estos años de marcaje de ratoneros en Bizkaia vimos como los juveniles apenas se movían de las zonas donde nacieron, pudiendo permanecer junto a sus progenitores durante más de un año, o instalándose en zonas comunes (zonas de caza de varios territorios).


En este caso, el individuo de la foto (tercer ac el 6 de enero) bajó junto con dos adultos a unos restos de comida. Los adultos comieron por turnos, primero la hembra, luego el macho, hasta saciarse, mientras el juvenil mostraba sumisión: medio abría las alas, bajaba y ladeaba la cabeza y piaba como un pollo. Esperó hasta que los adultos acabasen y sólo entonces se puso a comer.
Estos individuos no estaban marcados, pero por lo que hemos visto en otros casos, el jovencito podría tratarse de un hijo suyo de dos temporadas anteriores. En ningún momento hubo agresiones entre ellos.


En abril-mayo da comienzo la segunda muda, empezando por las primarias. En ocasiones se observa lo que se llama el patrón de muda en oleadas (wave molt pattern), descrito por William Clark (Clark, W. S.  2004. Wave molt of the primaries of Accipitrid raptors, and its use in ageing.  Raptors Worldwide (eds. R. D. Chancellor, and B.-U. Meyburgh) proceedings of the V World Conf. on Birds of Prey, held in Budapest, Hungary, May 2003), World Working Group on Birds of Prey, Berlin, Germany). Se trata de que los ratoneros, en su segunda muda, avanzan por un lado por la siguiente primaria a la última que mudaron (si la última fue la P6, empezarían por la P7), pero también comienzan un nuevo ciclo (oleada) por la P1. Esta muda en oleadas, no obstante, sólo la hemos visto en algunos ejemplares, y normalmente se quedan en la P1 y como mucho la P2, centrándose en finalizar la muda en las que aún tenían retenidas de patrón juvenil.
Por lo tanto, resumiendo, a finales de abril comienzos de mayo, inician el nuevo ciclo tirando la primaria juvenil vecina de la última que mudaron y/o la P1. A lo largo de la primavera avanzan hacia el extremo del ala, y cuando ya han tirado dos o tres primarias inician la muda de las secundarias, encargándose de las retenidas. En el caso de la cola, el patrón no está muy claro, comenzando con el par central y tirando seguido las plumas retenidas, si las hubiera.
Estos ejemplares finalizan la muda hacia octubre (3 ac). Entonces, con la muda ya acabada, se tendrá un individuo con las primeras primarias (salvo quizá la P1 y a veces la P2) y unas cuantas secundarias (S5, S1, S11 y vecinas) retenidas de la muda anterior, las primarias externas y el resto de secundarias nuevas (el brillo, color y desgaste nos aporta información sobre el orden de la muda) y una cola con plumas de patrón adulto que puede ser de una misma generación o de dos generaciones (dependiendo de la calidad del territorio donde haya estado y la extensión de la muda que haya hecho). En ciertos casos se encuentra alguna secundaria retendia de patrón juvenil, con un desgaste muy acusado, que nos permite asegurar la edad.
A esta edad la muda del ratonero aún es simétrica en las dos alas! todavía conservan restos de plumas juveniles en el pecho y en los hombros, y los ojos siguen siendo claros, aunque con un tono más achocolatado.

A continuación muestro el ala de un ratonero de 4ac que ingresó muerto en el Cres de Bizkaia en enero.


Es más sencillo de lo que parece en un primer momento: las flechas de color rosa son de plumas juveniles, las azules son de plumas mudadas en su primera muda, y las verdes son plumas mudadas en su segunda muda. Al abrir el ala y observar detenidamente todas las secundarias, observamos que tenía retenida la S12 en ambas alas. Desafortunadamente, en esta foto no se aprecía esa pluma. Lo que si se observan son restos de plumaje juvenil en los hombros y en las cobertoras menores.
Este ejemplar realizó su primera muda (azul), alcanzando hasta la P7 (y sus correspondientes cobertoras primarias) y avanzó a partir de tres focos la muda de las secundarias (S1, S5 y S11). En su segunda muda, iniciada en la primavera de su tercer ac, siguió con la P8 (nótese que de las nuevas es la más desgastada), la P1 (muda en oleada), La P9, P10 y acabó con la P2 y la P4, saltando la P3. Las secunarias mudadas fueron las adyacentes a los focos de muda ya cambiados en la temporada anterior. Fijaos en el color, brillo y desgaste de las cobertoras (primarias y mayores) para ayudaros a determinar con mayor precisón la secuencia de muda.

miércoles, 23 de enero de 2013

Busardo ratonero: primera muda, extensa / muda inactiva en invierno

Siguiendo con los casos de primera muda, se encuentran algunos ejemplares con una muda mucho más extensa que otros. Probablemente hayan gozado de mejores condiciones ambientales y es posible que en las zonas más meridionales, Andalucia, Levante, etc., donde el clima no es tan severo, las mudas puedan ser más extensas de lo que aquí expongo. A continuación os muestro un ejemplar capturado en febrero, de 3 ac, con la muda parada.


Las flechas rosas marcan las primarias y secundarias de patrón juvenil (fijaos en las diferencias ya comentadas anteriormente) y las plumas de pecho retenidas. Así, este ejemplar en su primera muda había mudado ocho primarias y todas las secundarias menos tres. Esto se podría acecar a una muda completa, a falta de cinco plumas de vuelo en cada ala para completarla.


En la vista dorsal (mismo ala) se aprecian las diferencias de desgaste de las cobertoras primarias y las cobertoras mayores, mudadas poco antes que sus correspondientes plumas de vuelo.


La cola también estaba mudada por completo.


En la cabeza se le detectan plumas juveniles retenidas y un iris muy claro.

domingo, 20 de enero de 2013

Busardo ratonero: primera muda / muda activa en invierno: B.b.vulpinus?

Durante el invierno, la península Ibérica recibe una gran afluencia de ratoneros europeos que vienen a pasar el invierno o la atraviesan en su viaje hacia regiones más meridionales (África). Durante muchos años los ornitólogos se han afanado en tratar de identificar diferentes especies y subespcies de ratoneros con un elevado grado de incertidumbre debido a las similitudes entre ellas y a la gran variedad de morfos que tenemos, tanto en las zonas de reproducción (como iremos viendo) como entre el contingente de invernantes. A esto se le añade la hibridación entre subespecies y especies de ratoneros, tal como parece que ocurre en el norte de Europa con Buteo buteo buteo y B.b. vulpinus y en zonas del sur de España con el ratonero común y el ratonero moro (Javier Elorriaga se encuentra trabajando para caracterizar este tipo de cruzamientos: ver p. ej. Ardeola 2012, 59: pp 373-374, en observaciones de aves raras en España).
Tal como hemos ido viendo y seguiremos viendo en sucesivas entradas, los ratoneros con los que trabajamos en Bizkaia (reproductores e invernantes), presentan un patrón de muda definido con un inicio en abril-mayo y un final en octubre-noviembre, no alcanzando a realizar una muda completa. Sin embargo, los ratoneros de la subespecie vulpinus, que crían en el nordeste de Escandinavia, Rusia y Siberia, son migradores de larga distancia, llegando hasta Sudáfrica para pasar el invierno. Marc Herremans publicó un trabajo en Bird Study en el año 2000 (The "chaotic" flight feather moult of the Steppe Buzzard Buteo buteo vulpinus), en el que tras capturar 142 ejemplares en Provincia del Cabo, Sudáfrica, determinó que estos ratoneros inician la muda en sus zonas de reproducción, como todos los ratoneros, pero la suspenden al final del verano para migrar, y cuando legan a sus cuarteles de invernada recuperan el ritmo de muda, alcanzando máximo de actividad en noviembre y diciembre y disminuyendo en enero y febrero para parar antes del viaje de vuelta. Por lo tanto, mientras nuestros ratoneros están en la parada invernal, los vulpinus se encontrarían en el máximo apogeo de la muda. Eso si, al igual que en nuestros ratoneros, Herremans vió que los vulpinus no alcanzaban a realizar una muda completa.

Por lo tanto, si en pleno invierno nos encontramos con un ratonero que fenotípicamente podría coincidir con un vulpinus, y está en pleno proceso de muda, sería más que probable que se tratase, en efecto, de un ejemplar de esta subespecie.
A continuación os muestro y explico una serie de fotos de un ejemplar que ingresó en el CRES de Bizkaia en diciembre de 2011 y fue recuperado y liberado.


Este ejemplar, de morfo rojizo, era un individuo de segundo año (en diciembre) con una muda muy avanzada. Las flechas rosas muestran algunas de las plumas de vuelo del ala derecha de patrón juvenil (fijaos en el tamaño de la barra apical así como el grosor de la secundaria y su borde un punta de lanza). En la foto no se aprecia bien todos los detalles de la muda: plumas retenidas juveniles: SS6,10,11,12,13, P6,7,9,10, P4 tirada, P8 creciendo 4/5). También se observa que en el pecho tiene abundantes calvas debido a la muda activa. La foto está tomada el 5 de diciembre de 2011. Este patrón de muda no se correspondía con ningún patrón analizado en los últimos 16 años, sobre una muestra de 503 ejemplares.


En la vista dorsal se muestra el ala izquierda, en la que las mudas retenidas eran S5,6,8,12, P6,7,8,9,10 y había tirado la P1. En las cobertoras mayores, medianas, menores, en las plumas dorsales, caudales, etc., se observan calvas debido a la muda. Se puede ver con claridad las plumas juveniles (con el borde beig) y las adultas (oscuras, sin borde claro). La cola ya la había mudado por completo.


El iris claro, confirma su edad, y observese el patrón rojizo de su cara, cuello y hombros.
Por otra parte, según las descripciones de Forsman (1997, The Raptors of Europe and the Middle East), este individuo podría tener las características de un vulpinus. Así que, fenotípicamente puede ser vulpinus, la muda indica que es un ave de segundo año del norte de Europa-Asia que sigue mudando en los cuarteles de invierno, y sus biometrías, p.ej. 376 mm ala plegada y 680 g, nos dicen que es un macho pequeño (los vulpinus son más pequeños que los buteo).
Por lo tanto, con casi total seguridad estaríams hablando de un B.b. vulpinus. Por lo tanto, la muda podría ser un factor importante que nos ayude a confirmar identificaciones de este complejo grupo de ratoneros.

viernes, 18 de enero de 2013

Busardo ratonero: primera muda

Segundo año calendario (otoño) / tercer ac (primavera)

En su segundo año de calendario (desde su primer enero hasta su segundo diciembre), el ratonero, por lo general, aún no ha conseguido un territorio de nidificación y dependiendo de la zona donde esté pasando su situación como "flotante" tendrá acceso a una mayor o menor cantidad de alimento y estará preparado de una forma u otra para la muda.
Algunos ejemplares juveniles pueden ir tirando alguna pluma dorsal o ventral hacia el invierno, aunque lo normal es que no empiecen a desprenderse de plumas de forma seria hasta la primavera. En función del alimento dsiponible, los jóvenes ratoneros comenzarán a tirar la primera pluma de vuelo (P1) hacia el mes de mayo. Aunque esto variará entre regiones, según el clima y la disponibilidad de alimento.
Si su área de campeo es buena, podrá llevar a cabo una muda más o menos extensa, pero si el ejemplar está en una zona de escasez o si presenta algún problema o enfermedad, la muda quedará muy pobre.

A continuaciónmuestro una serie de fotos de un ejemplar de segundo año capturado en septiembre:

En esta primera foto se observa al ejemplar en vista ventral con ninguna pluma en crecimiento. Si se siguen las flechas, se verá que las rosas indican plumas juveniles (observese el patrón descrito en el capítulo anterior), las azules son plumas nuevas, del año en curso. Este ejemplar comenzó a mudar en la P1 y avanzó hasta la P6. Si os fijais, se observa un desgaste diferencial, siendo la pluma más nueva la P6. Cuando estaba en medio proceso de muda de las primarias tiró la S5, la S12 y S13, y acabó con la S1 (la más nueva de todas). Fijaos que las secundarias nuevas son bastante más anchas que las retenidas, juveniles, y en este caso la barra terminal no es muy diferente (variaciones individuales), pero se aprecia cierta diferencia de grosor. Asimismo, las plumas mudadas presentan un perfil más redondeado que las juveniles (en punta de lanza).
En el pecho sigue teniendo las típicas manchas verticales juveniles.



En esta foto, con vista dorsal, del otro ala (derecha), se aprecia que la muda ha sido simétrica, y se aprecian los detalles diferenciales entre las plumas juveniles y las ya mudadas. Además, se observa claramente que las cobertoras primarias (encima de las primarias) y las cobertoras mayores (encima de las secundarias) han mudado a la par que sus respectivas PP y SS. De hecho, suelen tirar la cobertora antes que la P o la S, anunciando su muda inminente. Muchas veces, para ver si una pluma ha sido mudada o no, pueden repasarse las cobertoras, que aportan valiosa información, además de observarse perfectamente el patrón diferencial de desgaste (ver la cobertora primaria CP6 -P6- y la Cobertora Mayor CM1 -S1-, mucho más nuevas).
Nótese que las cobertoras menores que cubren el ala y las del dorso presentan un diseño arlequinado. Las mudadas son más nuevas, oscuras y tienen un borde oscuro, mientras que las juveniles retenidas son claras y están desgastadas en lo que fue su borde beig.
Para más detalles, el iris es claro.

 

Por último, en esta cola podemos ver que sólo ha mudado el par central (RR1), el alteral (RR6) y la R4izda. Fijaos en el tamaño de la última barra (flecha bidireccional roja) de una pluma juvenil (estrecha) en comparación con la de una rectric adulta (ancha).
Este ejemplar ha mudado pocas plumas de la cola, y junto con las 4 secundarias y las 6 primarias mudadas en cada ala, nos aporta información valiosa: la muda de primarias ha sido más o menos normal, pero la de las secundarias es poco extensa y la de las rectrices es muy pobre. Esto me indica que el ejemplar comenzó una muda en buenas condiciones (primarias) y para cuando empezó con las secundarias las condiciones de su área de campeo empeoraron, reduciendo la energía que supone una muda extensa a favor de la supervivencia. De ahí que en septiembre haya dejado de mudar, cuando aún podía hacerlo durante un mes más.

Mucha atención a esta información, pues será útil para dibujar un mapa de conocimiento de la vida de los ejemplares.




miércoles, 16 de enero de 2013

Busardo ratonero: patrón de muda

El ratonero, como la gran mayoría de los Accipitridae, comienza la muda de las plumas de vuelo en la P1 (la Primaria interna), progresando hacia la P10 (la más externa). Una vez que han cambiado las primeras primarias (2 ó 3), comienzan la muda de las secundarias, iniciando en dos o tres puntos, normalmente en la S5 y S1, siguiéndole la S11. De cada uno de estos puntos la muda progresa en abanico.
Cuando la muda va avanzando, ya con la P3 o P4 mudadas, tira el par central de la cola, las RR1 (rectrices), continuando de forma aleatoria con las RR6 (la mayoría de las veces) y con las intermedias. Aunque se dan notables variaciones.
La muda completa no se produce en un año, de hecho, tras haber tomado el patrón de muda a más de 400 ratoneros, aún no he visto ninguno que haya hecho una muda completa en un año. Conociendo el patrón de muda podemos llegar a determinar la edad de los ratoneros hasta 5ac (años de calendario) o más.

Juvenil (1er ac otoño/2º ac primavera)

Este es el plumaje que presentan los ratoneros al salir del nido.


En la imagen se observa un ejemplar capturado en agosto. Todas las plumas están nuevas, brillantes, sin desgaste diferencial. En el pecho y vientre presenta un moteado vertical (habitual en todos los juveniles) que sirve para identificarlos incluso en vuelo a cierta distancia.
La flecha rosa superior indica la barra final de las secundarias. Esta barra sera muy útil en el futuro para reconocer plumas juveniles, pues es mucho más estrecha que la que aparece en las secundarias de los adultos. Además, las secundarias acaban en punta de lanza y si se comparasen con una secundaria adulta, se verían más estrechas que esta.


En posición dorsal se observan las cobertoras menores y medianas que presentan un reborde de color ante (o beig), típico de plumas juveniles, y las cobertoras mayores (las que cubren a las secundarias) presentan un borde claro y son más estrechas de lo que serán las de adulto. En esta posición también se aprecia la punta de lanza de las secundarias y el tamaño de la barra apical de las secundarias y primarias internas (seguid las flechas).

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En la cola de un ratonero juvenil se aprecia, por un lado el reborde beig de las cobertoras caudales (flecha superior) y el grosor de la barra apical (flecha inferior) es similar al de las barras anteriores. Además las rectrices son más o menos punteagudas y más estrechas de lo que serán las adultas.


Por último, los ratoneros juveniles presentan un iris claro, pardo grisáceo o marrón avellana, que se irá oscureciendo muy poco a poco con el paso de los años.

Este patrón juvenil es común y aunque existe una gran variedad de morfos de plumaje en ratoneros, estas reglas básicas se mantienen siempre. Como en el caso de el ejemplar claro de las siguientes imágenes, capturado en diciembre.


A pesar de su morfo claro, en este ejemplar se aprecian el moteado vertical del pecho y en el ala se repiten las características descritas en el caso anterior. Atención a las barras apicales de las secundarias y primarias internas (estrechas) y a la forma lanceolada de las plumas.
Además, se observa un plumaje uniforme, sin desgaste diferencial.


Lo mismo en la vista dorsal, con el reborde de las plumas blanquecino.


La cola sigue el mismo patrón (barra apical estrecha), aunque teniendo en cuenta que estaba en diciembre, se aprecia un desgaste notable en las puntas de las plumas. Este desgaste irá en aumento e irá perdiendo el borde blanco en los siguientes meses.


 Por último, el iris claro!
 

domingo, 13 de enero de 2013

El busardo ratonero

A mediados de los noventa comenzamos un seguimiento intensivo de bursardos ratoneros en Bizkaia. Durante una década buscamos todos los territorios y nidos de ratoneros en una superficie de 40 km2 alrededor del aeropuerto de Loiu.
Además, en los años siguientes fuimos ampliando el radio de acción, incorporando territorios y nidos de todo Bizkaia.
En cada nido tomábamos los datos referentes al hábitat de nidificación, subíamos al nido para anillar a los pollos y obtener los datos de éxito reproductor, recogíamos muestras de las presas en los nidos y, cuando era posible, capturábamos a los adultos para tomar medidas biométricas y el patrón de muda.
Con los datos de este trabajo hemos publicado entre otros, los siguientes artículos:


Zuberogoitia, I., Castillo, I., Zabala, J., Iraeta, A., Azkona, A. 2011. Population trends of diurnal forest raptors in Biscay. Pp. 70-80. In, Zuberogoitia I. & Martínez J. E. (Eds): Ecology and Conservation of European Forest-dwelling Raptors. Diputación Foral de Bizkaia. Bilbao. 
 Zuberogoitia, I., Martínez, J.E., Martínez, J.A., Zabala, J., Calvo, J.F., Castillo, I., Azkona, A., Iraeta, A. & Hidalgo, S. 2006. Influence of management practices on nest site habitat selection, breeding and diet of the common buzzard buteo buteo in two different areas of Spain. Ardeola 53(1): 83-98.  

Zuberogoitia, I., Martínez, J.A., Zabala, J., Martínez, J.E., Castillo, I., Hidalgo, S. 2005. Sexing, ageing and moult of Common Buzzards Buteo buteo in a southern Europe area. Ring. & Migr., 22: 153-158.  




A continuación, poco a poco, iré presentando los resultados más interesantes de estos trabajos, de forma abreviada, deteniéndome un poco más en el caso de la determinación de la edad y el sexo de los ratoneros.


Este mapa muestra la distribución de los nidos monitorizados (círculos rojos) y los territorios de nidificación en los que no monitorizamos los nidos (puntos azules). El mapa representan los datos hasta 2010, habiéndose incorporado varios territorios más en estos dos últimos años.


Durante estos primeros años de estudio detectamos en Bizkaia un total de 220 territorios de nidificación de la especie, siendo el ratonero la rapaz diurna mas abundante de Bizkaia.
Los ratoneros seleccionan superficies forestales maduras para anidar. Esto implica una paradoja en cuanto a la conservación se refiere: los bosques planifolios autóctonos fueron arrasados en Bizkaia, quedando pequeñas porciones de su antiguo explendor. En las últimas décadas, las administraciones se han afanado en recuperar estos bosques, ampliando su extensión de forma notable. No obstante, un robledal o un hayedo requiere de más de medio siglo para adquirir características ecológicas que les confiera el estatus de "maduro". Mientras llega su madurez, estos bosques son lugares más o menos inóspitos y muy pobres, en cuantoa  diversidad de especies se refiere. Sin embargo, una plantación de Pinus radiata alcanza un nivel de maduración adecuado hacia los 30 años de edad, convirtiéndose en un entorno atractivo para un gran número de especies, siempre y cuando no se produzcan labores de aclareos que simplifican la comunidad a la mínima expresión.
Así, teniendo en cuenta que casi un 72% de Bizkaia está cubierto por bosques (o árboles), sería de esperar encontrar a los ratoneros de forma homogénea. Nada más lejos de la realidad. Los ratoneros necesitan bosques maduros alejados de las viviendas y la actividad humanda, pero requieren de zonas abiertas donde cazar. Así, las mayores densidades de ratoneros se encuentran en las zonas de campiña sublitorales (Valle del Txori Herri, Mungialdea, Urdaibai), en donde los prados de siega abundan en los valles y están rodeados de plantaciones de pinos y bosquetes de robles.
Cuando comenzamos a buscar los nidos de ratoneros revisábamos absolutamente todas las manchas forestales, sin excepción. Nuestro lema era: no sabemos nada, por lo que podemos esperar cualquier cosa. Así nos dimos cuenta que los ratoneros no buscan los bosques para anidar en función de si la especie es local o no, sino que buscan árboles de tronco grueso, con amplitud entre pies para volar en medio, cobertura arbustiva que proteja el entorno, un distancia adecuada (> 600 m) a casas y carreteras frecuentadas) y que no se alejen demasiado de las zonas de campeo (prados).


En esta foto se puede ver a Lander Astorkia (biólogo, anillador de la S.C. Aranzadi, con autorización de la DFB para anillar pollos de rapaces en nido) trepando a un pino (Pinus radiata) para monitorizar uno de los nidos y anillar los pollos. Obsérvese el tamaño del tronco, de los de al lado, y la densa cobertura arbustiva, con elevada regeneración de bosque autóctono. Entorno ideal!
Tras analizar los datos de todos los nidos monitorizados, vimos que el 63% de los nidos estaba en pinos de plantación. El tamaño medio del tronco del árbol de nidificación era de 43 cm de diámetro (a la altura del pecho) y el nido se sitúa, por término medio, a 15 m de altura, a los 3/4 de altura del tronco.
Los nidos tienen un tamaño medio de 79 cm de diámetro y 35 cm de grosor y se sitúan, casi siempre, sobre un par de ramas gordas, pegado al tronco. Utilizan ramas de pino y especies locales para constuir la plataforma y el cuenco lo forran con pinocha y hojas frescas de roble, fresno, etc.
Los ratoneros suelen ocupar un nido durante 1,8 años, por término medio, contruyendo plataformas alternativas, casi siempre próximas a las del año anterior, aunque pueden desplazarse a manchas forestales vecinas.
Durnate estos años hemos visto que los territorios permanecen ocupados de forma continuada salvo que se produzcan alteraciones de hábitat: talas, desbroces, clareos, construcciones en las proximidades, etc.). De hecho, aunque todavía no lo hemos analizado con profundidad, los territorios se mantienen ocupados por los mismos ratoneros durante años. Tanto es así que la gran mayoría de los ratoneros que hemos capturado en los territorios son ejemplares de más de 4 años de calendario, lo que quiere decir que los ejemplares juveniles pasan varios años en la población flotante antes de encontrar un hueco para anidar. Esto también nos aporta una valiosa informaicón sobre la salud de la población.

lunes, 7 de enero de 2013

Presentación

Durante los últimos 20 años hemos estado trabajando con las aves rapaces y los carnívoros de Bizkaia. En este tiempo hemos conseguido entender un poquito mejor el comportamiento, la ecología y biología de muchas de las especies que componen estos dos grupos. Toda esta información la hemos ido publicando en más de 100 artículos científicos y varios libros, aunque aún queda mucho por publicar y otros aspectos por divulgar que no suelen tener cabida en las revistas científicas. Por este motivo, intentaré ir, poquito a poquito, buscando huecos para compartir este trabajo.